No te enamores de mi

Por favor, no te enamores con mi forma de bailar por tu mente en la oscuridad de las primeras horas de la mañana, manteniendo la realidad de mi vivir dentro de tus recuerdos enredados.

Y por favor no te sientes y recuerdes la forma en que sonrío sólo para ti, cuando mis ojos se iluminan, y te hipnotizan por el efecto que tú tienes en mí.

Yo no quiero que te enamores de mí.

Porque tengo miedo—y esto es una manera para mí de proteger mi corazón en este momento.

No quiero que te pierdas las bromas que te digo a la mitad del día y no quiero que te recuestes en la cama recordando las conversaciones que tenemos a altas horas de la noche, mientras el resto del mundo duerme.

Yo simplemente no quiero que te enamores de mí.

Porque las dudas han cubierto mi corazón en seda de ébano y tal vez amar realmente significa eventualmente, partir.

Tal vez algunos de nosotros estamos simplemente destinados a no ser amados, porque quemamos a cualquiera que intente sujetarnos.

Tal vez sólo quiero vivir en este lugar en este momento, donde no existe el amor, porque es más fácil que vivir en la confusión de la indecisión.

Yo no quiero que te enamores de mi risa o la forma en que me encanta pasar las yemas de mis dedos por el contorno de tus labios.

Ni siquiera quiero que te enamores de las cartas escritas a mano que no te he enviado, ni la forma en que te hago arder con una pasión inimaginable.

Es más fácil rogarte que no me ames—así si sale a luz que tú no lo haces, no habrá sorpresas.

Porque yo ya he empezado a esperar tu partida y hermoso—estás rompiéndome mi corazón.

Desde nuestro primer encuentro, cuando trajiste una carta que te había escrito mundos atrás, abriste mis grietas, tan cliché como suena, tanto como yo nunca espere o quería sentirme, no sé cómo ser yo misma sin ti en mi vida.

Por mucho que odio decirlo, en mi corazón, sé que es la verdad.

Así que, por favor, no te enamores de mí—ni siquiera un poco, ni siquiera por un minuto.

Yo no quiero que te enamores de nuestra forma de ser el mejor amigo uno del otro.

Y por favor no ames que podemos decirnos el uno al otro todo y nada, incluso parecer que entendemos los espacios entre las palabras.

Hagas lo que hagas, no te enamores de mí porque siempre estoy aquí para ti con una sonrisa amable, un corazón comprensivo y un trago fuerte para curar todos tus problemas.

Tal vez si lo digo lo suficiente, si te ruego que no me ames, entonces tal vez no me va a herir tanto si dices que te enamoraste de otra persona.

Tal vez si me convenzo de que ya es verdad, entonces, si llega el momento en que tienes que borrar me de tu vida, y trates de sacar me de tu corazón en el que he vivido durante tanto tiempo, no será una sorpresa.

Porque, simplemente te estoy pidiendo que por favor, no te enamores de mí.

No extrañes la forma en que mi vieja camiseta desgarrada siempre se desliza fuera de mi hombro cuando estamos hablando, exponiendo el alza de mi pecho, y por favor no pienses en mí cada vez que veas

Aunque tú sabes que yo estaré pensando en ti.

Por favor, no te enamores de mí, porque yo no puedo estar sola en un lugar intermedio contigo.

No puedo hacer piezas y partes, cuando esta vez sé que quiero la totalidad de esta maldita cosa.

Entiendo que no has dicho que no, o adiós, pero tengo miedo de que sea sólo cuestión de tiempo.

 

Y es que el miedo a perder todo esto me tiene rogándote que no me ames.

No porque es lo que realmente quiero, sino porque es más fácil pedirte que no te enamores de mí, que preguntarte si ya lo has hecho.

Porque las preguntas significan respuestas—y las respuestas pueden llevar a conclusiones.

Y es difícil pensar en algo que se está terminando, cuando se siente todavía como que está esperando para comenzar.

Así que, por favor hermoso, no te enamores de mí.

No te enamores de las noches en sábanas de algodón blanco, no caigas en amor con las imágenes dibujadas sobre tu espalda con las yemas de mis dedos, y por favor, hagas lo que hagas, no te enamores de mí, por mis ojos.

Ni siquiera pienses en lo oscuro de ellos—y cómo podríamos caer cien veces y nunca alcanzar la profundidad de nuestra conexión.

Debido a esto hermoso—sólo estoy pidiendo que por favor, no te enamores de mí.

A menos que sea porque vas a quedarte.

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